Fiscalización de Sernapesca, que premia el buen desempeño sanitario de los centros de producción y castiga a los deficientes con baja en cuotas de siembra, ha permitido bajar las unidades de cultivo en estado de alerta.
Por: María Paz Infante y Antonio Collados
Economía y Negocios
El Mercurio sábado, 25 de julio de 2015
En términos de mortalidad, la bacteria SRS, que afecta a algunos salmones locales, no tiene nada que ver con los brotes de virus ISA. La infección por SRS o piscirickettsiosis mata menos peces que el virus mencionado, pero es más costosa de combatir.
«Esta es una enfermedad que está controlada, que por ser bacteriana y, por no haber una vacuna, se ataca con antibióticos, pero proporcionalmente es menor a lo que teníamos al momento de la crisis del ISA. Por lo tanto, las condiciones que se han generado son mejores que las que había antes», explicó Felipe Sandoval, presidente de SalmonChile. El líder del gremio fue categórico en señalar que la situación no es comparable a una epidemia que vaya a destruir la industria. «Esto está controlado y acotado», aseguró.
El director del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), José Miguel Burgos, señaló que según el último informe sanitario sobre la salmonicultura en centros marinos -que abarca todo el primer semestre de este año-, un 70% de los peces de este tipo que mueren por infecciones es víctima de la bacteria SRS, que actualmente es la principal enfermedad que afecta a esta industria. Burgos dijo que en el caso del salmón del atlántico la incidencia de esta bacteria en la mortalidad por causa infecciosa es de 79,4%, en truchas es de un 38% y en el del salmón coho, de un 76%. «Es lejos la enfermedad más relevante», sostuvo.
Sandoval explicó que, del total de los peces que hay en el agua, aproximadamente un 2,5% corresponde a los que se mueren por SRS.
En tanto, Burgos destacó que, desde enero de 2014 a la fecha, la curva de prevalencia de la enfermedad ha comenzado a descender sostenidamente.
La autoridad indicó que este descenso se debe a un sistema implementado por Sernapesca como estrategia regulatoria, que premia a los centros con buen desempeño sanitario y castiga a los que no lo han tenido con una rebaja en las cuotas de siembra. De hecho, la medida ha permitido bajar de 2,9% los centros de cultivo en estado de alerta en junio de 2014 a 1,8% en junio de 2015.
Efectos en exportación
El uso de antibióticos ha sembrado cuestionamientos los últimos días porque los compradores estadounidenses estarían acusando un exceso de antibióticos. Burgos explicó que para que los salmones de Chile salgan a cualquier mercado son chequeados jaula por jaula para poder comprobar que no existen niveles de antibióticos sobre la norma, o, en algunos caso, niveles detectables de antibiótico.
Felipe Sandoval aseguró que los antibióticos tienen un período de carencia y que los salmones llegan libres de estos tratamientos cuando son exportados a Estados Unidos.
En la industria explican que hay razones comerciales en la difusión de un eventual exceso de antibióticos en los productos chilenos exportados. «Se cerró el mercado ruso y para poder entrar al mercado americano hay que hacer algún tipo de campaña», esbozó Felipe Sandoval.