Lo salmoneros que operan desde Chile no solo tienen problemas en el país, en Estados Unidos, Brasil y ahora en Argentina están chocando con rechazos que hacen que el valor del salmón producido en Chile cada vez se reduzca y su consumo disminuya. Pero la industria del salmón, alega que las regulaciones sanitarias son culpables del alto costo de producción en el sur chileno.
Puerto Montt, 09 de octubre de 2015. (radiodelmar.cl)– Una constante presión a las autoridades chilenas para disminuir las regulaciones sanitarias y ambientales es la medida más fuerte que la industria del salmón está desarrollando para enfrentar este “mal momento” por el que pasan las empresas que cultivan salmón en el sur de Chile las que estarían viendo que el costo de producción cada vez aumenta más y hace poco rentable el negocio, tal como lo dijeron representantes del banco DNB, principal institución financiera de Noruega y especialista en asuntos acuícolas
Frente a este escenario este domingo el diario El Llanquihue de Puerto Montt, capital de la industria del salmón, afirmó que los “precios afectados por una sobre oferta en su principal mercado de destino -Estados Unidos- y un impacto por la fevaluación de la moneda, además de la competencia noruega, obligaron a losindustriales a salir a buscar ayuda al gobierno para cambiar las estrictas normativas con el fin de disminuir los costos”.
Lo dicho por El Llanquihue ya había sido adelantado hace unas semanas a Radio Bio-Bio por Felipe Sandoval, presidente de SalmonChile, al afirmar que estaban “pasando por un mal momento en el cual hay que hacer algunos cambios, que nosotros los estamos trabajando que tienen que ver con temas de gestión pero también con temas regulatorios que los estamos conversando con el gobierno”.
Efectivamente los industriales del salmón ya han sostenido varias reuniones con el gobierno y resalta una que mantuvieron a fines de octubre con el Ministro de Economía Luis Felipe Céspedes y el Subsecretario de Pesca. En la cita a pesar que el ministro Céspedes les advirtió a los industriales que “el complejo escenario por el que atraviesa la industria no es una crisis regulatoria”, los esfuerzos que está impulsando el Estado se refieren a “revisión del reglamento sanitario, de relocalizaciones y de programas que permitan enfrentar enfermedades”, afirmó el secretario de Estado.
La presión salmonera es constante y así lo dejó en evidencia el gerente general de SalmonChile, Felipe Manterola, al afirmar que llevan “más de cinco años intentando tener un proceso de relocalización de las concesiones (…) Sin embargo, ha corrido extremadamente lento y requerimos celeridad”, advirtió al diario El Mercurio.
El tema de los precios del salmón en el mercado internacional es otra gran preocupación de los salmoneros. Para los industriales, las mayores regulaciones sanitarias implementadas después de la crisis del virus Isa, han aumentado los costos de producción. Según el diario El Llanquihue, actualmente “las compañías están perdiendo entre 0,8 y 2,18 dólares por cada kilo que venden”.
“Si en enero de este año, según salmonEx, los precios llegaban a un promedio de 4 dólares por libra, esta semana cerró con un valor de 3,2 dólares por libra”, dice el diario puertomontino.
Además de la presión por debilitar la normativa regulatoria, los salmoneros también están impulsando campañas de marketing especialmente en Brasil un mercado de creciente importancia para las producciones provenientes de Chile. Sin embargo, al parecer en esta área tampoco les va muy bien.
Solo hace unos meses “los compradores brasileños -entre los que hay entre cuatro y cinco de gran tamaño, como Bom Peixe y Opergel- pidieron a los productores nacionales una renegociación de precios, ya que, a su juicio, los valores fijados con anterioridad estaban fuera de mercado. Con eso, casi todas las compañías que hacen envíos a ese destino tuvieron que aceptar y renegociar. Mientras que las que se negaron vieron canceladas sus órdenes”, informó el diario La Tercera.
No solo problemas de precio tenían los salmoneros chilenos con los compradores brasileños. Otras cotroversias tienen que ver con la rotulación y con la calidad de los peces que se envían. En el mayor consumidor de salmón de América Latina, la rotulación de los productos debe ser precisa porque la exigencia del consumidor es alta. Pero en muchas ocasiones los rótulos son rechazados hasta en tres oportunidades, con lo que la aprobación para acceder al mercado brasileño se demora entre tres y seis meses.
Pero lo más complicado para las producciones generadas en Chile fue que los salmones que llegaban a Brasil tenían lesiones en la piel, generadas por la enfermedad SRS
El diario La Tercera afirmó en marzo de este año que “la normativa del país atlántico dicta que los productos no deben tener ‘condiciones repugnantes’, por lo que muchas veces los inspectores rechazan este tipo de peces que, pese a sus lesiones, no representan un riesgo para la salud”.
Si de marketing se habla los salmoneros están perdiendo la batalla. En Argentina por ejemplo, luego que aparecieran articulos denunciando al salmón chileno por ser producido con altas cantidades de antibióticos y que algunos importantes chef lo rechazaran, las ventas de salmón chileno en Buenos Aires habrían disminuido hasta en un 40 por ciento, según informó hace unos días el diario Clarin.*****FIN*****