Los diversos intentos mediáticos de acuerdos voluntarios orientados hacia una supuesta producción limpia de salmones en Chile han sido desmentidos por las sucesivas y desastrosas crisis sanitarias y ambientales provocadas por estos monocultivos industriales que destina un 98% de sus producciones a la exportación.
Por: Juan Carlos Cárdenas, Director Ejecutivo Centro Ecoceanos
La mega crisis sanitaria y ambiental que aún afecta a la isla de Chiloé, ha dejado al descubierto que el publicitado Acuerdo Voluntario de Producción Limpia (APL) de la industria salmonera, que lleva el nombre de fantasía de “Conservación de la ballena azul y grandes cetáceos en la patagonia norte, región de Los Lagos”, es tan sólo propaganda y marketing corporativo.
El lanzamiento de este APL fue realizado con gran difusión internacional, durante la segunda conferencia “OurOcean”(5-6 de octubre del 2015, Viña del Mar,Chile), evento que fue auspiciado por el Departamento de Estado del gobierno norteamericano y el Ministerio de Exteriores chileno.
Esta sui generis iniciativa público-privada es encabezada por el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes y su par del Medio Ambiente, Pablo Badenier, teniendo como aval ambiental a la ONG transnacional World Wildlife Fund (WWF). Este APL es respaldado políticamente por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) y la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar), quienes son lideradas por el Consejo Nacional de Producción Limpia (CPL).
Como contraparte corporativa tiene a las mega compañías miembros del “Global Salmon Initiative” (GSI): AquaChile, Blumar, Camanchaca, Los Fiordos, Multiexport y Ventisqueros. Importante es destacar que el 70% de los costos de esta millonaria operación de relaciones públicas salmonera son aportados por los contribuyentes chilenos.
Según el APL, los dineros públicosestán siendo gastados entre otros ítems, en diagnósticos de sustentabilidad, auditorías internas, relaciones públicas, asistencia técnica y monitoreos de los consultores y las Ongs involucradas.
Inicialmente llamó la atención de las organizaciones ciudadanas que este APL hubiera sido acordado por el gobierno con una industria caracterizada por sus altísimos niveles de emisión de contaminantes orgánicos -provenientes de fecas y alimentos no consumidos-,y el empleo indiscriminado de químicos, tales como antibióticos (1), antiparasitarios para combatir el piojo de mar, y pinturas antifouling para evitar la adherencia de organismos marinos.
A lo anterior hay que agregar la evidente contaminación de playas y fondos marinos con bolsas plásticas de alimento, plumavit, cables de aceros y redes de las balsas jaulas, lo cual ha destruido la belleza paisajística de amplias zonas costeras de Chiloé, Aysén y Magallanes.
Los diversos intentos mediáticos de acuerdos voluntarios orientados hacia una supuesta producción limpia de salmones en Chile han sido desmentidos por las sucesivas y desastrosas crisis sanitarias y ambientales provocadas por estos monocultivos industriales que destina un 98% de sus producciones a la exportación.
El 2007, antes de la mega crisis sanitaria provocada por la introducción del virus ISA desde Noruega, se acordó un proyecto entre la WWF y lat ransnacional salmonera noruega Marine Harvest para el cultivo de alevines o juveniles de salmón (smolt, en inglés), exclusivamente en tanques de de agua de circulación cerrada. Su objetivo era reducir los altos niveles de contaminación que provoca el cultivo de alevines en los ríos y lagos del sur de Chile.
Sin embargo ese, a nivel internacional publicitado proyecto, no prosperó, ya que Marine Harvest, luego de haber disfrutado de un amplio marketing, desechó abandonar los lagos chilenos por razones económicas. El entonces director técnico de Marine Harvest en Chile, Adolfo Alvial (hoy encargado de la CORFO de programas de financiamiento de la industria salmonera), justificó la suspensión unilateral del proyecto, porque “la empresa tenía otras preocupaciones a consecuencia de la crisis del virus ISA”.
De manera complementaria, la WWF junto a las empresas salmoneras y diversos servicios gubernamentales, intentaron declarar el 2007 a el Golfo de Corcovado, región de Los Lagos, como un área marina protegida para la conservación de la ballena azul. Sin embargo, esta iniciativa también fracasó debido a la falta de consulta y participación de las comunidades costeras locales, y la no inclusión de ningún tipo de regulación ambiental y sanitaria para la protección de las ballenas azules, que la protegieran de la contaminación orgánica y química proveniente de la industria salmonera.
Es por ello que el audaz lavado de imagen de las contaminantes empresas salmoneras implementado desde el 2015, intenta seguir utilizando a la población de ballenas azules como un distractor de los graves impactos sanitarios y ambientales que provocan en los ecosistemas costeros del archipiélago de Chiloé, y las regiones deAysén y Magallanes.
Elsa Cabrera, directora del Centro de Conservación Cetácea (CCC) señaló frente al APL que “resulta cuestionable utilizar la conservación de ballenas azules para la firma de este acuerdo voluntario, toda vez que la industria salmonera es una de las principales responsables de la contaminación y destrucción de los fiordos del sur de Chile, que forman parte del área de alimentación de esta especie” (3).
Cabrera recordó que en 2007 en un taller de expertos en ballena azul realizado durante la Bienal de la Society for Marine Mammology, se identificó como una amenaza para la conservación de esta especie de mamífero marino, a la contaminación proveniente de la industria salmonera en Chile.
No había pasado un mes de haberse firmado en octubre del 2015 el APL de la industria salmonera, cuando la empresa Los Fiordos, perteneciente al holding Agrosúper era sancionada por la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), al constatar38 infracciones graves a la normativa ambiental y sanitaria, en 18 de sus 38 centros de cultivo de salmones localizados en el canal Puyuhuapi, región de Aysén (4).
Entre las principales infracciones detectadas se encontraron: grandes acumulaciones de redes en desuso, muchas de ellas contaminadas con tóxicas pintura antifouling; residuos plásticos y cables metálicos abandonados en playas; la existencia de residuos orgánicos y restos metálicos en los fondos marinos y áreas costeras bajo las balsas-jaulas; y disposición ilegal de residuos orgánicos, los que escurrían en forma de líquidos altamente contaminantes hacia los prístinos fiordos patagónicos aledaños.
A lo anterior se agregaron el descubrimiento de una serie de balsas-jaulas y plataformas flotantes que operaban ilegalmente fuera de las áreas concesionadas, y la producción ilegal de salmónidos, las que eran comercializadas sin tributar. Estos últimos delitos fueron detectados en el centro de cultivo de Los Fiordos en Bahía Anita, canal Puyuhuapi.
La salmonera Los Fiordos fue sancionada con $ 2.226 millones de pesos (aprox. 3,5 millones de dólares), la multa más alta cursada a una empresa salmonera en Chile. Sin embargo, la empresa apeló ante el Tribunal Ambiental de Valdivia, siendo rebajada la sanción a menos de la mitad de su valor. El 27 de mayo de 2016 Agrosúper anunció que apelará para dejar sin efecto la totalidad de las sanciones de la SMA.
Importante es recordar que la salmonera Los Fiordos es la empresa de capitales chilenos con más centros certificados bajo el en estándar del Aquaculture Stewardship Council del WWF.
El APL impulsado por el Estado chileno, las empresas salmoneras y el WWF, contempla un discriminador criterio de conservación para los mamíferos marinos. Sólo incorpora “especies carismáticas”, funcionales a sus campañas de marketing y recolección de fondos internacionales, tales como la ballena azul y otras especies de grandes cetáceos. Con ello, el APL dejó completamente desprotegidos a mamíferos marinos claves para los ecosistemas regionales, tales como el lobo marino común, Orcas y pequeños cetáceos, los cuales han seguido siendo eliminados sistemática e ilegalmente por la industria salmonera. El APL tampoco contempla medidas de conservación para nutrias de río o mar, ni elefantes marinos, especies que interactúan con la industria salmonera en sus nuevas áreas de expansión en Aysén y Magallanes.
En abril pasado fue denunciada la cruel matanza de un lobo marino común por parte de un guardia armado del centro de cultivo “Cascada” de la empresa AquaChile, – miembro del APL-, ubicado en el sector de Melimoyu, región Aysén (5).
Anteriormente empresas salmoneras como Los Fiordos y Yadrán, han sido denunciadas por matanzas de estos mamíferos marinos.
La firma del APL salmonero ha servidopara frenar la adopción de regulaciones obligatorias para estos contaminantes monocultivos industriales y lavar la imagen internacional de las compañías exportadoras con base en Chile, mientras continúan sus negativos impactos ambientales y sociales en Chiloé, y las regiones de Aysén, Magallanes, BioBio, Araucanía y Los Ríos.
Por ello las organizaciones sociales pertenecientes a la Coordinadora Social para la Defensa del Mar, exigen finalizar con el fraudulento APL salmonero, y evaluar públicamente su implementación, dadas las graves violaciones al reglamento sanitario y ambiental para la acuicultura (RAMA), realizadas por las empresas pertenecientes a SalmónChile durante la grave crisis de floración de algas nocivas y el vertimientos de miles de toneladas de desechos orgánicos y químicos, entre enero y abril del 2016.
Además, se demanda el conocer el monto y los dineros públicos empleados en el APL salmonero. Similar exigencia se realiza con respecto a un millonario subsidio estatal denominado Programa Estratégico Mesoregional “salmón sustentable” de la Corfo, Ministerio de Economía.
Dado los crecientes niveles de destrucción ambiental y riesgos sanitarios que acompaña la expansión territorial y productiva de los monocultivos industriales de salmónidos en el archipiélago de Chiloé, y las regiones del BioBio, Los Lagos, Aysén y Magallanes, es necesario demandar el apoyo de la ciudadanía y comunidades costeras, así como de los consumidores y retails internacionales –especialmente de Estados Unidos, Europa, Brasil y Argentina-, para que no consuman los productos de esta industria sub-estándar en lo ambiental, sanitario y social.
Importantes supermercados en Estados Unidos como Cotsco, Safeway y Target Corp, ya han tomado acciones de reducción de sus compras de salmón proveniente de Chile, debido a razones sanitarias, tales como el abusivo empleo de antibióticos.
(1)La industria salmonera con base en Chile exporta un 98% de su producción.Durante el 2014 utilizó 563.200 kgs de antibióticos para una producción de 895.000 tons. Esto equivale el empleo de 5.000 veces más antibióticos por tonelada de salmón,comparadocon la producción noruega que la antecede, la que sólo utiliza sólo 972 kgs de antibióticos para producir 1.200.000tons de salmón anuales..
WilfiredHuismann. PandaLeaks, TheDarkSide of the WWF (2012. Nordbook UG).
eldesconcierto.cl/vida-sustentable/2015/11/10/accionar-ilegal-y-contaminante-de-agrosuper-deja-en-evidencia-la-no-credibilidad-del-acuerdo-de-produccion-limpia-salmonero/
Los Fiordos apelará a los Tribunales Ambientales ante sanción de la SMA