Cesar Aguila, representante del Comité de Defensa del Borde Costero de Cobquecura señaló a Radiodelmar.cl que “tal como nos hemos opuesto a los monocultivo de pinos y eucaliptus, nos oponemos a este letal monocultivo de salmones, otra de las especies exóticas destructivas de nuestra naturaleza”.
Cobquecura, El Maule. 26 de septiembre de 2016. (radiodelmar.cl)– El masivo rechazo de las organizaciones sociales, comunidades costeras y operadores de turismo han presionado para lograr la detención temporal del mega proyecto de cultivo de salmones en Cobquecura, en el límite de las regiones del Bio-Bio y del Maule. Se trata de once centros de crianza de salmones con una inversión de 28,6 millones de dólares, iniciativa industrial que consideraba por razones de marketing, la integración del cultivo conjunto de salmonídeos con mitílidos y algas.
La empresa propietaria del proyecto es “Inversiones Pelícano”, vinculada al grupo Stengel, uno de los principales productores de harina de pescado a nivel nacional y beneficiado directo de la privatización pesquera derivada de la corrupta Ley de Pesca y acuicultura.
Inversiones Pelícano solicitó durante la semana pasada la extensión del plazo de un año (hasta octubre del 2017) para contestar las consultas y observaciones realizadas por los servicios públicos, en el marco de la cuestionada Evaluación de Impacto Ambiental.
Mark Stengel, representante legal de Inversiones Pelícano e hijo del director de la Compañía Pesquera Camanchaca, Jan Stengel Meierdirks, señaló al diario Pulso que “Es necesario tener más tiempo para poder realizar los numerosos estudios requeridos para contestar todas las observaciones” que efectuaran los servicios públicos.
Las comunidades costeras y operadores de turismo habían mostrado su resistencia a esta expansión de monocultivo de salmones. Cesar Aguila, representantes del Comité de Defensa del Borde Costero de Cobquecura señaló a Radiodelmar.cl que “tal como nos hemos opuesto a los monocultivo de pinos y eucaliptus, nos oponemos a este letal monocultivo de salmones, otra de las especies exóticas destructivas de nuestra naturaleza”.
Aguila agregó que “los industriales quieren ganar tiempo y destrabar la presión de las comunidades y organizaciones, pero eso también es un llamado a nuestras comunidades y a las organizaciones de otros territorios como Chiloé, Valdivia y Puerto Natales a seguir informándonos, organizándonos y coordinándonos para detener estas destructivas prácticas industriales que saquean a nuestras regiones, destruyen nuestra economía y se adueñan de la riqueza y patrimonio de las generaciones actuales y futuras”.
En tanto el Centro Ecoceanos afirmó que “la detención por un año del avance salmonero en Cobquecura es un golpe para el proceso de expansión de los monocultivos industriales en las regiones del Bio Bio y El Maule, Los Ríos y Magallanes. Esta imposición del monocultivo salmonero que se viene realizando con el apoyo del Ministerio de Economía y la Subsecretaría de Pesca, es una victoria para la resistencia de las comunidades organizadas”.*****FIN*****