El claro aumento de la inestabilidad y de la fragilidad de estos sistemas de la Región de Los Lagos por esta serie de graves fenómenos ambientales, indica también que la evolución de ellos y de sus impactos biológicos y sociales futuros sea impredecible, ya que existe una ignorancia importante respecto de sus factores causales inmediatos y de su posible desarrollo futuro.
Por: Felipe Cabello.
A un observador con cierto conocimiento microbiológico le es imposible ignorar al leer la prensa que la evolución del comportamiento de los sistemas acuáticos en la región de Los Lagos ha derivado en una inestabilidad y una fragilidad biológica de relevancia. Manifestada está en los últimos meses, por repetidos florecimientos de algas nocivos (FANs, marea rojas) producidos por diferentes especies, que han coincidido con masivas mortandad de peces en cultivo, de mariscos silvestres, de pájaros y tal vez de ballenas, pero afortunadamente gracias a las tareas y laboratorios del Estado, aun al parecer sin fatalidades humanas pesquisables. El claro aumento de la inestabilidad y de la fragilidad de estos sistemas señalada por esta serie de graves fenómenos ambientales, indica también que la evolución de ellos y de sus impactos biológicos y sociales futuros sea impredecible, ya que existe una ignorancia importante respecto de sus factores causales inmediatos y de su posible desarrollo futuro.
La lectura de la prensa y de las resoluciones de los SEREMI de Salud de las regiones de Aysén y de Los Lagos prohibiendo el consumo de mariscos, pareciera indicar que los FANs producidos por el dinoflagelado Alexandriumcomenzaron aparentemente a migrar desde la región de Aysén al sur de la región de Los Lagos a fines del 2015 y a comienzos de 2016 para alcanzar un nivel explosivo en esta última región a fines de abril y en mayo de 2016. El análisis de las características geográficas y biológicas de este FAN, según la prensa, indicaría que la región se enfrenta a fenómenos de inesperado calibre y riesgo, que le imparten nuevas cualidades a estos y frente al cual al parecer, los sistemas de conservación de los equilibrios del ambiente acuático están perdiendo la capacidad de responder de manera adecuada a procesos que los vulneran. Esto último porque los FANs, dadas las características biológicas de los organismos que los producen, son fenómenos que tienden a reproducirse periódicamente en una misma área, a no mediar un mejoramiento importante de las condiciones que los estimulan y que facilitan su reaparición frecuente y su diseminación a nuevas regiones.
En un contexto global de aumento de la temperatura del mar y de la luminosidad evidenciado al parecer por diversos métodos, la rápida extensión de los FANs desde Aysén al mar interior de Chiloé y al golfo el Reloncavi puede ser explicada también parcialmente, como ha sido señalado en publicaciones científicas, por el exceso de nutrientes (eutrofización) en el ambiente marino en esta zona expuesta a acuicultura intensa por décadas y tal vez también a las alteraciones crónicas de la biodiversidad en estos ambientes producida por estos nutrientes, por la pérdida de hábitats, por la sobrepesca, por el uso excesivo y permanente de antimicrobianos, antiparasitarios y otros tóxicos, para prevenir en estas actividades patologías bacterianas, parasitarias como el piojo de mar y la incrustación de estructuras industriales con microrganismos, moluscos y algas.
La sobre explotación pesquera con la casi desaparición de algunas especies de peces y los escapes de peces en cultivo son también otros fenómenos relevantes que junto con la eutrofización y la contaminación química y biológica, estimularían la presencia de FANs al disminuir la biodiversidad y al fracturar cadenas alimenticias que pueden ayudar a mantener a raya al fitoplancton toxico. La hipótesis de la importancia de estos factores en el desarrollo de FANs recibiría respaldo porque esta misma área, incluyendo además el estuario del Reloncavi, fue también la más afectada por el FAN previo de Enero y Febrero (2016) de Pseudochattonella marina, que produjera la mortalidad de un gran número de salmones en cultivo.
La extensión del FAN de Alexandrium a la costa del Pacífico en la región, aparecería como menos explicable, ya que el aumento de la temperatura en el mar generalmente impide el paso de nutrientes desde las profundidades marinas, a no ser que existieran cambios rápidos de temperatura de este, que permitieran el desplazamiento de nutrientes desde las profundidades hacia la superficie. Alternativamente, la existencia de gradientes de concentración y corrientes marinas pudieran explicar la migración de nutrientes y del fitoplancton toxico del mar interior de la zona hacia el océano Pacifico por la boca del Guafo y el canal de Chacao. En Los Lagos la otra novedad del FAN de Alexandrium es que al parecer ha producido importante mortandad de mariscos, animales que generalmente parecieran en general ser más resistentes a los efectos de estas toxinas. Estas altas concentraciones de toxinas en los mariscos y otros animales marinos además de intoxicarlos, también podrían haber favorecido su infección secundaria por patógenos bacterianos y virales que provocaran alternativamente su muerte. Estos aparentemente nuevos fenómenos se deben al parecer a una característica especial de este FAN que es la acumulación en estos mariscos, y probablemente en otros animales, de niveles inordinadamente altos de toxina, superiores en 100 a mil veces o más, los niveles tóxicos para humanos.
Cualquiera que sea la explicación para estos noveles hallazgos, ya sea el aumento extremo de la concentración del fitoplancton toxico en el mar o la selección de variantes más toxígenas de ellos o ambas, esto indicaría una intensificación y un agravamiento de estos fenómenos a través del tiempo, y la probable repetición de ellos en la región abre serias interrogantes respecto de sus efectos futuros sobre la biodiversidad marina, el desarrollo de la pesca y de la acuicultura y por ende de la economía y de la sociedad. Existen otros indicadores recientes que también apuntan a la severidad de los fenómenos biológicos que ocurren en el ambiente marino en la región de Los Lagos como son las mortandades de ballenas y la aparición de florecimientos de fragatas portuguesas. Este último habitante del mar, cuya proliferación también se debe parcialmente a la eutrofización y a la sobre pesca, además de ser un peligro para el uso recreativo del litoral y la salud humana, puede serlo además para la acuicultura y la biodiversidad por su capacidad de producir mortalidad de peces.
Situaciones como la discutida, fueron ya visualizadas y conceptualizadas en varias publicaciones científicas, hace más de veinte años atrás por un núcleo de investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. El trabajo de este grupo dirigido por los recientemente fallecidos profesores Richard Levins y Paul R. Epstein, estableció los lineamientos teóricos que relacionan, en un área definida, los estados disminuidos de salud del sistema marino y de su flora y de su fauna con los impactos negativos de ellos en la salud humana y en la esfera económica y social. En un contexto de cambio climático en aumento, esta manera holística e integrada de ver el problema, establece múltiples redes causales entre este cambio climático global, otras actividades humanas locales como la acuicultura intensa y la pesca excesiva, con la aparición de FANs y de patógenos como Vibrio parahemolitico, Vibrio cólera y otros vibrios ictiopatogenicos. A juzgar por la intensidad y la extensión de los efectos dañinos sobre la salud del ambiente marino y de su fauna y los potenciales efectos negativos en la salud humana y el bienestar de la población, sin lugar a dudas en Los Lagos estamos asistiendo a la interacción dinámica, negativa y en aumento de estos factores como fuera ya pronosticada por el grupo de Harvard.
Estos cambios rápidos también han generado fenómenos hasta ahora desconocidos en la región como el FAN porPseudochattonella marina que produjera la mortalidad de los salmones en cultivo y como hemos visto en el pasado (2005-6) con la aparición inesperada de V. parahemolitico y de nuevos patógenos bacterianos, virales y parasitarios de peces. Esto indicaría que estos cambios rápidos del ambiente marino producen fenómenos conocidos y desconocidos, y de que estos últimos ignoramos exactamente sus agentes causales directos y su historia, pero sin embargo debiéramos usar y crear conocimiento para predecirlos y para prevenirlos. Es indudable que en Los Lagos a los procesos generados por el cambio climático en el mar hemos agregado una degradación del ecosistema marino producida por factores antropogénicos como la acuicultura intensiva y la pesca excesiva y sus señales ambientales, cuyos resultados son algunos de los fenómenos de inestabilidad y vulnerabilidad descritos aquí.
La mitigación de esta degradación ambiental para evitar la agudización de estos fenómenos es un imperativo para proteger la integridad vigorosa del ecosistema marino en la región, para preservar sus servicios como fuente de alimento y de turismo y para amparar la salud y la supervivencia económica futura de decenas de miles de sus trabajadores y habitantes. La mitigación y la reducción de esta degradación aparecen también como obligada para evitar un posible acrecentamiento en estos ambientes de nuevos fenómenos biológicos negativos y desconocidos que incluso puedan afectar en su desarrollo directamente a poblaciones humanas. Esto porque de acuerdo a lo que se llama en evolución la ley de Schmalhausen, sistemas en condiciones de inestabilidad como las del extenso ecosistema marino en Los Lagos, evolucionan hacia una vulnerabilidad e inseguridad extremas ante pequeños desafíos de cualquier tipo.
La imposibilidad de modificar independientemente en Chile el cambio climático, y la aplicación para mitigar y prevenir estos procesos del principio científico y ético de precaución, indicaría que las medidas preventivas deben dirigirse a las probables causas coadyuvantes de estos problemas indicados ya en publicaciones técnicas. Revelando esto, que pareciera obvio y claro que debieran estimularse la investigación sobre el rol de la acuicultura y la pesca excesiva en la potencial generación de FANs y debieran instalarse sin tardanza importantes límites y regulaciones en estas actividades. Esto porque ambas industrias, con sus secuelas de eutrofización, perdida de hábitats y de disminución de la biodiversidad, parecieran favorecer estos serios problemas de degradación ambiental que enfrentan los ecosistemas marinos y ahora económicos y sociales de la Región de Los Lagos en un trasfondo de cambio climático.
*El autor médico y profesor de Microbiología e Inmunología