“Primer Encuentro de Comunidades y Movimientos Sociales en Conflicto con los Monocultivos Industriales del Salmón” perimitió la retroalimentación de múltiples conocimientos de tipo técnico científico, socio cultural, geo político y procesos de luchas y resistencias, relacionados a los impactos que generan los proyectos acuícolas salmoneros y otros de tipo extractivista.
Cobquecura, Bio-Bio, 19 de enero de 2017. (radiodelmar.cl)—Con un compromiso “por la defensa de la tierra y el mar del saqueo transnacional”, los movimientos y organizaciones sociales reunidos el 14 y 15 de enero en Cobquecura llamaron a que la industria salmonera se retire de los territorios donde funciona, a no consumir salmón producido en Chile y a trabajar para anular la Ley de Pesca que privatizó los peces.
“Denunciamos, de acuerdo a múltiples experiencias que constan en diversos puntos del sur de Chile, que la industria salmonera trae consigo la destrucción ambiental, el desplazamiento de las economías locales y especies nativas, la propagación de diversas infecciones, abuso y descontrol en la aplicación de antibióticos para afrontar sus plagas, daño a la salud de las personas por su consumo, contaminación severa, explotación y saqueo”, dice la declaración final consensuada por más de 30 organizaciones sociales, comunidades costeras y representantes del gobierno local.
En el encuentro además se consensuó que las economías locales, la integridad de las personas, la integridad cultural y social, el cuidado de las últimas reservas de la naturaleza y de las especies nativas y endémicas, “son incompatibles con las prácticas de las industrias extractivistas, razón por las cual exigimos su retirada”.
“Llamamos a la población local e internacional a no consumir salmón de Chile”, agrega la declaración que argumenta diversos impactos sociales, sanitarios y ambientales del funcionamiento del enclave salmonero en el sur del país.
Los organizaciones y comunidades también afirman que “la industria salmonera está relacionada con múltiples factores de desigualdad e injusticia social y de grave contaminación como ha ocurrido en Chiloé.
Por último se demandó la anulación de la Ley de Pesca. “Es impresentable que en un País cuyo estado se presenta como “democrático”, se mantenga en vigencia un cuerpo legislativo construido bajo la corrupción, con prácticas perversas y mafiosas a favor de los intereses de los principales grupos económicos vinculados a los intereses pesqueros”, sentenció la Declaración de Cobquecura.