Esta escandalosa movida de funcionarios del gobierno argentino para entregar dinero público a los inversionistas salmoneros de Noruega ya ha comenzado a generar el rechazo de la ciudadanía organizada de Tierra del Fuego.
Buenos Aires, 31 de mayo de 2018 (Ecoceanos News)– El gobierno de la provincia de Tierra del Fuego, Antártica e Islas del Atlántico Sur, junto a la Fundación Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (FAICI), financiará con US$ 95.000 -provenientes de los impuestos de los contribuyentes argentinos-, a la Innovation Norway, la cual aportará US$25.000 para que realicen estudios sobre la capacidad de carga y parámetros ambientales con objeto de establecer centros de cultivo industrial de salmón en el canal Beagle, Patagonia argentina.
Según el Diario del Fin del Mundo, este relevamiento de las empresas noruegas se realizaría en cinco lugares del canal Beagle, a partir de los cuales se continuaría con más investigaciones, según “los valores medidos y los intereses competitivos identificados”.
La FAICI, junto con el Ministerio de Agroindustria de la Nación y la agencia Innovation Norway, que promueve las inversiones del Reino de Noruega, cooperarán en el marco del autodenominado Proyecto Patagonia.
Dicho proyecto bilateral es “para promover la acuicultura sustentable en Argentina, a través de una alianza en que las partes están trabajando para desarrollar las condiciones regulatorias, económicas y operativas que permitan impulsar la actividad acuícola en la provincia de Tierra del Fuego”, señaló Juan Pablo Tripodi al diariodelfindelmundo.com.
Este convenio que utiliza dinero de toda la ciudadanía argentina, fue suscrito entre el presidente ejecutivo de la AAICI, Juan Pablo Tripodi y los secretarios de Agroindustria y Pesca, Kevin Colli, de Ambiente, Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, Mauro Pérez Toscani, y el de Desarrollo e Inversiones, Leonardo Miguel Zara.
El director del Centro Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas, afirmó que “en estos momentos nos encontramos ante la silenciosa estrategia geopolítica y económica de la mega industria transnacional salmonera, liderada por el Estado e inversionistas noruegos, destinada a ocupar y utilizar el territorio costero y sus recursos naturales en la Patagonia sudamericana”.
Importante es señalar que las producciones de las empresas noruegas y chilenas generan alrededor del 80% de la oferta mundial de salmónidos de cultivo, la que se destina especialmente a los mercados de Estados Unidos, Japón, Brasil, China y Federación Rusa.
Actualmente, las compañías transnacionales con el apoyo del Estado chileno tienen como meta alcanzar una producción de 1,2 millones de toneladas de salmónidos anuales para el 2030, las que se obtendrán principalmente en las regiones patagónicas chilenas.
Esta billonaria industria, la cual destina el 98% de las producciones chilenas a los mercados internacionales, y no a la alimentación nacional, se encuentra en una etapa de expansión estratégica en los territorios australes sudamericanos, con un alto costo ambiental, sanitario y social para las comunidades locales, pueblos indígenas, pesca artesanal y los operadores locales de turismo.
“En el modelo económico neoliberal chileno, que copia el actual gobierno argentino, la expansión de la industria salmonera, la cual el 2017 tuvo exportaciones por 4.600 millones de dólares (4,6 billones de dólares), cuenta con un activo apoyo y complicidades del Estado, políticos y parlamentarios para entregarle millonarios subsidios provenientes de los contribuyentes chilenos”, aseguró el director del Centro Ecoceanos.
Tan solo a través de la iniciativa “Programa Meso Regional Salmón Puro de la Patagonia”, el Ministerio de Economía chileno destina alrededor de 100 millones de dólares para subsidiar 70 proyectos vinculados a las grandes empresas salmoneras.
El Centro Ecocéanos llamó a la ciudadanía, movimientos sociales, operadores de turismo y chefs argentinos a “exigir información y monitorear estos acuerdos que afectarán gravemente a las comunidades locales y la biodiversidad marina-costera de la Patagonia”
“Es necesario apoyar la actual campaña impulsada por ONGs, comunidades de pueblos originarios y movimientos sociales regionales para no consumir salmón químico de criaderos industriales proveniente de Chile, debido a su abusivo empleo de antibióticos, antiparasitarios, colorantes y otros químicos”, afirmó el médico veterinario Juan Carlos Cárdenas.
Esta escandalosa movida de funcionarios del gobierno argentino para entregar dinero público a los investigadores salmoneros de Noruega ya ha comenzado a generar el rechazo de la ciudadanía organizada de Tierra del Fuego.
Según el diariodelfindelmundo.com, el Movimiento Popular Fueguino (MPF) solicitó al Poder Ejecutivo información respecto al establecimiento de la industria salmonera en aguas de la jurisdicción provincial.
Los ciudadanos australes buscan conocer las gestiones, acciones, actas, acuerdos y convenios llevados a cabo por el Poder Ejecutivo Nacional y el Poder Ejecutivo Provincial.
El MPF busca saber los impactos ambientales de la introducción de estas especies carnívoras exóticas y sus posibles efectos con las especies nativas autóctonas.