«¿Quién le dio el poder de decir qué lugares pueden recibir la presión ecosistémica de las salmoneras, es usted Kawésqar o Yagán para decidir?».
Respuesta a Ricardo Rozzi de parte de las Comunidades Kawésqar por la Defensa del Mar
Ante la entrevista publicada el 2 de abril en la Prensa Austral, con el titular Doctor en ecología Ricardo Rozzi: “No decimos ‘No’ a la salmonicultura; sólo decimos no la hagan ahí”, las Comunidades Kawésqar por la Defensa del Mar declaran:
Resulta impresionante la irresponsabilidad que tiene un científico chileno con grado de Doctor en Ecología, miembro del equipo de científicos del Instituto de Ecología & Biodiversidad y director del Centro Subantártico Cabo de Hornos, al hacer afirmaciones públicas acerca de la supuesta sustentabilidad de la salmonicultura. Es bien controversial que se exprese de esa manera un científico que define su área de trabajo en la “ética ambiental y conservación biocultural”, donde combina biología y filosofía para el bienestar humano y conservación de la diversidad biológica y cultural.
Ante la comunidad regional, las Comunidades Kawésqar por la Defensa del Mar quisiéramos aclararle algunos puntos Señor Rozzi: En estos últimos días las comunidades canoeras del sur del mundo con más de seis milenios a cuestas y que estamos en defensa del territorio ancestral, hemos tenido muchas actividades principalmente vinculadas con la visita de los Reyes de Noruega y la amplia comitiva de inversionistas salmoneros que vinieron a intentar tomarse el territorio ancestral y la parte más prístina del extremo sur.
Han sido más de 40 años en los que la industria salmonera ha devastado la zona norte del archipiélago patagónico, ha hecho desaparecer formas de vida y ha atentado contra los derechos ancestrales de las comunidades indígenas Williches, Kawésqar y Yaganes, al apropiarse, contaminar y destruir el territorio. Pasó en Chiloé, en Aysén por las Guaitecas y desde hace años están en Magallanes.
Han destruido la pristinidad de los ecosistemas marinos australes, ya no nos dejan navegar y nos intentan despojar de nuestras culturas.
Señor Rozzi, usted como científico tiene la labor de entregar un mensaje claro a la comunidad y no lo ha hecho con sus últimas declaraciones. Bien debe saber como Doctor en Ecología que existe una amplia biblioteca de publicaciones científicas de áreas como la zoología, evolución, glaciología, biogeografía, arqueología, oceanografía, conservación, ecología, etnografía y tantas otras que hablan de los problemas que la industria del salmón está ocasionando en el Océano Pacífico Occidental. Hay estudios antropológicos actuales del impacto que esta industria produce socialmente, estudios médicos por la utilización excesiva de antibióticos, entre otras.
Usted afirmó al ser consultado sobre cuáles serían los sectores en que esta actividad no perjudicaría la Reserva de la Biósfera y respondió que debiera ser al norte de la cordillera Darwin. Después lo que viene es la Antártica “cómo nos vamos a farrear lo último que nos queda en el planeta siendo tan extenso el territorio».
Qué nivel de ignorancia tiene usted Señor Rozzi, al mirar cualquier otro sitio fuera de su “laboratorio natural” como sitios en los que sí se pueden cultivar especies de peces introducidas, que atentan contra toda esta única y casi desconocida biodiversidad nativa de la Patagonia marina. ¿Quién le dio el poder de decir qué lugares pueden recibir la presión ecosistémica de las salmoneras, es usted Kawésqar o Yagán para decidir?.
Además quisiéramos agregar que con sus declaraciones va en contra de las comunidades de las minorías étnicas Kawésqar y Yagán, que están luchando fuertemente para erradicar a las balsas de salmones de la Patagonia. Han sido años de lucha constante para proteger el territorio ancestral, puesto que el gobierno no lo hace y nadie toma las riendas de la responsabilidad que significa mantener a la Patagonia libre de las emanaciones de carbono, destrucción de hábitat, pérdida de biodiversidad, calentamiento y acidificación del mar, derretimiento de los hielos y muchos otros efectos que la explotación salmonera inevitablemente hace para cultivar sus especies invasoras.
Para terminar, quisiéramos llamar a la comunidad científica chilena a ser criteriosos al momento de expresarse a favor de la industria. Como comunidades defensoras del mar estamos conscientes del valor que este territorio posee en términos de recursos naturales, corrientes marinas, reservas de agua dulce y ecosistemas de incidencia planetaria.