La OIT entregará esta información al Ministerio del Trabajo, al cual además se le consultara sobre datos de accidentabilidad, enfermedades profesionales y muertes ocurridas en la industria salmonera.
Santiago de Chile, 23 de Mayo del 2019 (Ecocéanos News)– El Centro Ecocéanos, dirigentes de los obreros del salmón de Chiloé y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) se reunieron este jueves con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de las Naciones Unidas, para entregar los resultados del estudio “Salmones de sangre”, que registra la alarmante cifra de trabajadores que han muerto mientras realizaban faenas en la industria salmonera que opera en el sur de Chile.
«Solo este primer semestre de 2019 han fallecido 12 trabajadores que realizaban labores para diferentes compañías de capitales chilenos y multinacionales», dice el informe preparado por el Centro Ecocéanos.
La delegación se reunió con la Dra. Maribel Batista, Especialista Principal Actividades con los Trabajadores de la OIT para el Cono Sur de América Latina.
La OIT entregará esta información al Ministerio del Trabajo, al cual además se le consultara sobre datos de accidentabilidad, enfermedades profesionales y muertes ocurridas en estas empresas.
En la reunión sostenida en las oficinas de la OIT en Santiago de Chile, el presidente de la CUT de Llanquihue, José Pacheco, afirmó que «hemos entregado el informe «Salmones de Sangre» a la oficina de la OIT del Cono Sur, que refleja una realidad indiscutible de 43 trabajadores fallecidos en los últimos 5 años. Esto fue bien recibido por la oficina de la OIT y seguimos trabajando para que esto tenga repercusión en el ámbito internacional».
El dirigente agregó que «es preocupante y escandaloso que multinacionales no cumplan con estándares éticos internacionales».
Según Juan Carlos Cárdenas, director del Centro Ecocéanos, el informe «Salmones de Sangre» representa «una escandalosa realidad, propia de un país tercermundista y no del segundo productor mundial de salmones, lo cual evidencia de manera indesmentible que Chile es el país dónde la industria salmonera transnacional presenta sus mayores mortalidades de trabajadores a nivel mundial”.
El médico veterinario señaló que “es en Chile donde los trabajadores y trabajadoras de la industria global del salmón de cultivo presentan los salarios más bajos, las jornadas más extensas, los peores estándares laborales y las mayores violaciones de sus derechos de las mujeres y por supuesto acá no existe un trabajo decente”.
Gustavo Cortez, presidente de la Federación de Trabajadores del Salmón de Quellón, dijo que «como obreros organizados somos parte de la OIT. La industria salmonera no solo es chilena sino que es global, por tanto, como el Estado chileno no nos está escuchando, tenemos que recurrir a la OIT. Además los capitales son globales, nuestra demanda entonces es hacia las políticas globales para que no existan dobles estánderes».
«No queremos que sigan abusando de nuestras compañeras, de las mujeres del salmón. La industria no respeta los derechos de las mujeres obreras del salmón, y han abusado y no respetado los convenios internacionales acerca de la libertad sindical», afirmó el dirigente.
Respecto al rol del Estado, el presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores del Salmón (Conatrasal), John Hurtado, afirmó que «necesitamos un gobierno firme, con políticas de Estado que fiscalice a la industria».
El dirigente de Chiloé agregó que «no puede ser que en una industria que mueve intereses a nivel mundial exista tal cantidad de muertos. Acá el trabajador sale en la mañana para cumplir con horarios, para cumplir con producciones y sobre todo para llevar el sustento a su hogar. Y cuando vemos que ese trabajador no llegó a la hora de siempre, nos preocupamos. Por lo tanto creemos que el gobierno está siendo cómplice de esta industria, cuando tiene que resguardar la vida de los trabajadores».
El presidente de los trabajadores del salmón, solicitó «más fiscalizaciones de todos los organismos correspondientes, para avanzar a una industria sustentable».