Organizaciones solicitan que el ministro de Relaciones Exteriores emita una queja diplomática ante Japón por el vertido de agua radioactiva al océano, que puede afectar las pesquerías de atún y jurel así como las costas chilenas.
Publicado en El Desconcierto
29 de agosto, 2029
Un conjunto de 30 agrupaciones ambientalistas y de pescadores llegaron hasta La Moneda para enviar una solicitud al ministro de Relaciones Exteriores, ante la decisión de Japón de verter las aguas radiactivas del accidente de Fukushima al océano Pacífico.
¿Cómo afecta a Chile?
“La contaminación por tritio afecta a especies altamente migratorias como el jurel que es la base de la economía pesquera del país, y que migra fuera de las 200 millas, y los atunes que también son altos migrantes”, explica el director del Centro Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas.
También comenta que las costas de Chile y de Fukushima están a 17 mil kilómetros de distancia pero están ligadas por todo el sistema de corrientes oceánicas, y ejemplo de eso es que el tsunami provocado en Japón en 2011 cuando se generó el accidente nuclear, llegó con oleaje a las costas chilenas.
Falta de transparencia
Las organizaciones firmantes se suman a una alerta internacional de organizaciones y gremios pescadores, que reclaman que Japón está incumpliendo acuerdos al no dejar que el Foro del Pacífico acceda a los informes científicos sobre el tratamiento del agua.
La falta de transparencia y credibilidad se refleja en que incluso los pescadores de Japón están haciendo testeos independientes de su pesca y del agua, por desconfianza en la información oficial, se argumenta en el comunicado firmado por las organizaciones.
¿Qué se pide?
Las organizaciones piden al ministro de Relaciones Exteriores a que presente una queja diplomática ante Japón y que se realicen acciones multilaterales con todos los países del Pacífico en Latinoamérica y estados insulares para presentar una queja en bloque.
Por último, solicitan apoyo a las comunidades pesqueras para presentar un frente común ante el gobierno japonés.
“Esta es una oportunidad para que Gabriel Boric demuestre que aplica su política exterior turquesa, que contempla la protección de la tierra y océanos, para defender en este caso al océano Pacífico”, explica Cárdenas.