La expansión de la industria de cultivo de salmones ha afectado las condiciones laborales de los trabajadores mercantes. «La industria es débil en materia laboral, tanto en las remuneraciones, como en las medidas de seguridad para el trabajador, no llegan al estándar que ellos enarbolan, de que cumplen las leyes laborales y medioambientales. Se ha llegado a un punto que ha sido tan laxa que ocurren accidentes graves con resultado de muerte”, afirma el vocero de FESIMAR.
Santiago de Chile, 21 de noviembre 2023 (Ecoceanos News).- La Federación de Sindicatos Marítimos y de Gente de Mar (FESIMAR) y la Federación Nacional de Sindicatos de Oficiales de Naves Mercantes y Especiales (FENASIOMECHI) presentaron una reclamación contra el Estado de Chile ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por el incumplimiento de convenios ratificados por Chile en materias de seguridad laboral.
Los dirigentes de ambos gremios se reunieron en la sede de la OIT en Santiago, el 17 de noviembre, con Sergio Paixao Pardo, Especialista en Normas Internacionales del Trabajo y Legislación Laboral; y Juan José Guilarte, Especialista en Actividades con los Trabajadores, a quienes plantearon la grave situación laboral que los aqueja y procedieron a presentar la reclamación.
Tal acción insta al Estado de Chile a efectuar las correcciones y adoptar las acciones y medidas necesarias para la correcta implementación del Convenio N° 187 sobre Marco Promocional para la Seguridad y Salud en el Trabajo, ratificado por el Estado chileno el 27 de abril de 2011; y del Convenio sobre el Trabajo Marítimo (MLC – 2006), ratificado el 22 de febrero de 2018.
La reclamación se formula conforme a lo dispuesto en los artículos 24° y 25° de la Constitución de la OIT, particularmente el derecho que se le reconoce a las organizaciones de trabajadores para reclamar contra un Estado Miembro que no adopte las medidas para el cumplimiento satisfactorio de un Convenio ratificado.
En entrevista con Ecoceanos News, Bernardo Araya, vocero de FESIMAR, afirmó que recurrieron a la OIT para ingresar una reclamación contra el Estado de Chile por las graves vulneraciones que están sucediendo actualmente en la marina mercante austral.
Para el dirigente, los principales problemas son las excesivas jornadas de trabajo, que no cumplen con las horas de descanso a bordo. A esto se suma que la DIRECTEMAR presentó un dictamen subestándar sobre las escalas para dotaciones de naves que no permite el régimen de descanso necesario para la gente de mar.
De esta manera, se embarca menos cantidad de personal del que se necesita para atender todas las faenas operativas a bordo, además de descuidar las condiciones de trabajo seguro, entre otras muchas infracciones que ponen en riesgo la salud y la vida de los trabajadores.
Expansión salmonera y precarización laboral mercante
La expansión de la industria de salmón ha afectado las condiciones laborales de los trabajadores mercantes, “con cargas de trabajo extenuantes. Los barcos no están recalando en los puertos sino en los centros de cultivo y después en las industrias donde se maquilan los salmones y eso ha causado muchos accidentes. Ha habido accidentes de hundimientos de embarcaciones, accidentes con escape de salmones, y la autoridad marítima no ha logrado aminorar ese tipo de vulneraciones”, denuncia el vocero de FESIMAR.
Bernardo Araya asegura que “la industria salmonera es débil en materia laboral, tanto en las remuneraciones, como en las medidas de seguridad para el trabajador, no llegan al estándar que ellos enarbolan, de que cumplen las leyes laborales y medioambientales. Se ha llegado a un punto que ha sido tan laxa que ocurren accidentes graves con resultado de muerte”.
Respecto a los dobles estándares de la industria transnacional, “empresas nacionales y extranjeras se ajustan a lo que hay en Chile y hacen la vista gorda respecto de las leyes. La industria no exige a los armadores, que son sus prestadores de servicio, mantener estándares altos para poder vender sus productos”.
El dirigente dice que las expectativas respecto a la reclamación ante la OIT es que sean escuchados por el gobierno, y que la industria salmonera de un salto al siglo XXI en materia de prácticas laborales.
Falta de fiscalización en el mar
Este panorama se agrava por la falta de inspección especializada. La Autoridad Marítima no ejerce las funciones que los convenios que la Organización Marítima Internacional (OMIL) y el MLC – 2006 entregan a la autoridad competente con relación a aspectos laborales. Esto es un problema pues es la autoridad que ejerce el control de zarpes y recalada de buques, y que puede atender los problemas que surjan en la navegación. A su vez, la Dirección del Trabajo no actúa, dado que no tiene potestad ni recursos para hacerlo, dice el texto de la reclamación.
Bernardo Araya advierte que “la fiscalización por parte de los organismos públicos es laxa, se llega tarde, cuando ya ocurrió el accidente”.
“Directemar y Sernapesca no han logrado una real vinculación con el mundo marítimo. Hay barcos que no cumplen con la normativa, van perdiendo aceite, sus motores no están en perfecto estado, lo que afecta el medioambiente y pone en riesgos la seguridad de los trabajadores”.
El documento de reclamación presentado ante la OIT señala que las faltas de competencias del personal, especialización y coordinación por parte de las autoridades provocan altos niveles de conflictividad en temas relacionados con la duración de los ciclos de embarco y descansos; aumento de riesgo de accidentes laborales y enfermedades profesionales, así como deserción laboral y prácticas antisindicales.