El Centro Ecoceanos denuncia que el well boat “Seikongen” navega desde Ancud, Chiloé, para intentar verter más de 200.000 kgs de salmones descompuestos en Puerto Montt. La oscura operación estatal-empresarial está financiada con dinero público y protección de la Armada de Chile.
Puerto Montt, Chile. 15 de Agosto del 2018 (Radio del Mar).- El tristemente célebre well-boat salmonero “Seikongen” se ha convertido en un nuevo “Caleuche”, o barco fantasma de la mitología de la isla de Chiloé, condenado a vagar por los mares del sur de Chile con su cargamento de muerte a bordo.
Nadie quiere recibir al “Seikongen” con sus 60.000 litros de petróleo en sus estanques y 200.000 kgs de salmones descompuestos, los que generan el mortal gas ácido sulfíhídrico.
Sólo las obsecuentes autoridades de Sernapesca, Directemar, la empresa dueña de la embarcación salmonera -CPT Empresas Marítimas S.A.- y las empresas aseguradora y salmonera mandante -Camanchaca- avalan esta situación, que se sumaría al anterior vertido de casi 5.000 toneladas de mortalidad de salmones descompuestos en aguas de Chiloé el 2016.
La propietaria del Seikongen, la mega empresa marítima CTP, señaló a través de su empresa de relaciones públicas que “confíen en que si hay empresas que cuentan con permisos y certificaciones para realizar este tipo de operaciones, y habiendo cumplido los requisitos y protocolos solicitados, colaboren en que se pueda cumplir y culminar en forma exitosa con esta operación”.
Responsabilidad de Sernapesca y la Directemar en la destrucción del mar chileno
Llama la atención la complicidad a todo evento de las autoridades de pesca y acuicultura regionales, de los Ministerios de Salud y Medio Ambiente y de la Dirección de Territorio Marítimo, para con ésta mega embarcación, la que se mantuvo hundida con su peligrosa carga por 10 meses frente a la biodiversa bahía de Pilpilehue, comuna de Chonchi, provincia de Chiloé. Desde el 18 de octubre del 2017, los plazos legales de retiro del well boat estuvieron supeditados a las negociaciones entre las empresas de seguro, la salmonera Camanchaca y la dueña del well-boat.
Según las normas de Sernapesca, los 200.000 kgs de salmones que transportaba el barco siniestrado debieron ser retirados en menos de 48 horas. Sin embargo, éstos se han mantenido descomponiéndose dentro de los estanques del Seikongen más de 7.200 horas, sin que se haya iniciado investigación alguna sobre esta violación a las normativas.
Comunidades movilizadas enfrentan Far West Salmonero en el archipiélago de Chiloé
Frente a esta impresentable situación, las comunidades costeras del archipiélago de Chiloé, Valdivia y Talcahuano están llamando a estar a alerta y a bloquear esta irresponsable y poco transparente acción gubernamental-empresarial, en la que nuevamente se ven involucrados las empresas salmoneras, el Servicio Nacional de Pesca y las autoridades de salud y medioambiente.
La Armada ha mantenido en secreto los planes para el traslado del “Seikongen” con su desechos tóxicos, el Sernapesca señala haberse enterado a última hora de estas maniobras, mientras la Secretaría Regional de Salud del Bio-Bio afirmó que no registraba permisos para la eventualidad que el well-boat intentara atracar en el puerto de Talcahuano y se vertieran la carga orgánica contaminante.
Por su parte, la Municipalidad de Ancud presentó un recurso de protección a la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, afirmando que la situación del Seikongen “instaló desconfianza en la comunidad ancuditana al demostrar poca transparencia en la información oficial hacia la autoridad comunal, pues antes de recibirla fueron los pescadores locales los que avistaron la nave en las costas”.
El recurso de protección también denuncia que “tampoco existe claridad sobre los reales motivos por los cuales se decidió suspender el traslado de la motonave al norte, dado que la información meteorológica con que cuenta la armada permite prever con bastante anticipación las condiciones climáticas durante el recorrido, haciendo suponer que siempre estuvo resuelta la recalada en Ancud y que los cambiantes argumentos solo han sido una excusa para ocultar la real decisión”
La carga tóxica del Seikongen está siendo rechazada en diferentes ciudades, como Paillaco, donde la alcaldesa mostró su rechazo para que la basura salmonera sea depositada en un vertedero doméstico local.
La Armada de Chile actúa como guardianes de las salmoneras, no del medio ambiente marino
La Armada de Chile emitió un comunicado, mientras va navegando el Seikongen, donde señala que el Seikongen zarpó de la bahía de Qutalmahue, Ancud, Chiloé, “bajo resguardo” de la patrullera marítima “SG Chiloé”.
El comunicado asegura que la nave “no reviste peligrosidad hacia el medio ambiente y las personas”. Llama la atención el tono conminatorio del comunicado de la Armada al señalar que “se hace presente a la comunidad que la autoridad marítima mantendrá una constante vigilancia y constante control durante la permanencia de la nave en el punto de fondeo asignado al sur de la isla Tenglo, mientras la empresa evalúa las alternativas para la descarga y disposición final de los residuos que se encuentran a bordo (sic)”
El Centro Ecocéanos denuncia la oscura operación estatal-empresarial que está financiada con dinero público y protección de la Armada de Chile.
La ONG se pregunta “dónde están las autoridades acuícolas, de salud y medio ambiente -garantes constitucionalmente del bien común-, las que han delegado en la empresa de transporte `evaluar las alternativas de descarga y disposición final´ de la carga tóxica”, e interpela al pasivo Parlamento chileno para que tome cartas en este oscuro asunto.