Las comunidades Kawésqar y Yaganes, así como las sociedades patagónicas binacionales, se enfrentan a un verdadero asalto al paraíso patagónico.
Punta Arenas, Región de Magallanes, Chile. 5 de marzo 2019 (Ecocéanos News). Por exigencia de doce comunidades Kawésqar de Puerto Natales y Magallanes, que representan a sus 350 miembros en la Patagonia chilena, se realizó entre junio y octubre del 2017 una consulta indígena para que sus representantes se pronunciaran sobre la propuesta estatal de “ampliación y reclasificación de la reserva forestal Alacalufe a Parque Nacional Kawésqar”.
Sin embargo, evidenciando nuevamente el abusivo comportamiento del Estado chileno, asociado a los intereses de la mega industria salmonera exportadora, un denominado “Consejo de Ministros de la Sustentabilidad” -ente tutelar de las decisiones del Ministerio de Medio Ambiente, constituido entre otros por los ministerios de Economía, Minería, Agricultura y Obras Públicas- condicionó este proceso antes que comenzara.
En la reunión de abril de 2017, un mes ante del proceso realizado bajo el Convenio 169 de la OIT /Naciones Unidas, decretó imponer que “los límites del nuevo parque nacional se circunscriban estrictamente a la porción terrestre del área”, según el acta del encuentro.
Esta abusiva situación que eliminaba de la protección ambiental al parque nacional de mayor superficie en la Región de Magallanes, y parte del territorio reivindicado por el pueblo Kawésqar, dio comienzo a una larga lucha reivindicativa que continúa.
Alfonso Cárcamo, representante de la comunidad Kawésqar de la Isla Dawson, Región de Magallanes y Antártica chilena, señaló que “nos engañaron los dos gobiernos, el de izquierda y el de derecha.Nos han dado duro”, según publica El Mercurio.
Cárcamo añadió que el actual gobierno de Sebastián Piñera tampoco ha dado a las aguas adyacente al nuevo parque nacional el estándar de protección, optando por establecer una ”reserva” aparte. ”Es irrisorio y sólo se explica porque ambos gobiernos apoyan a las empresas salmoneras”.
Para el representante de la comunidad Kawésqar de Isla Dawson, se deberá aceptar las concesiones salmoneras existentes, y evitar que nuevas ingresen a las prístinas aguas de fiordos y canales. Su agrupación respalda la opción de crear una fundación o corporación para coadministrar, junto a la Corporación Nacional Forestal (Conaf), las áreas terrestres del controvertido parque nacional. Esto no sería aplicable en el caso del área de la reserva forestal Kawésqar, según el decreto de creación de ambas unidades de conservación.
La coalición “Por la Defensa del Mar Kawésqar”, integrada por las comunidades Aswal Lajep, Atap, Residente Río Primero y Grupos Familiares Nómades del Mar, mantiene una histórica resistencia a las políticas del Estado chileno y las acciones de los diversos grupos empresariales nacionales y transnacionales, quienes continúan avanzando en la apropiación de sus territorio ancestrales y recursos naturales. Cuestionan la denominada coadministración de éste parque nacional sin mar, y rechazan la existencia y accionar de las empresas salmoneras en canales, fiordos y bahías de la Patagonia.
Leticia Caro, vocera del Grupo Familiares Nómades del Mar, es directa al señalar a El Mercurio que el centro de su posición es “la protección del mar en todo el territorio Kawésqar que va desde el Golfo de Penas hasta la Península de Brecknock”, mas allá de los límites de este parque nacional y reserva.
“No estamos conformes con la calidad de la protección que se les dio a las aguas adyacentes al Parque Nacional Kawésqar, porque al ser reserva y no parque se permite la salmonicultura”.
Caro anunció que harán valer sus opiniones en el proceso de elaboración del plan de manejo de la reserva, e insistirán en su solicitud realizada a la Subsecretaría de Pesca (Subpesca) de Espacios Marinos Costeros de Pueblos Originarios (EMCPOs), los que abarcan 600 mil has.
A su vez, Haydeé Águila de la Comunidad ATAP denunció a El Mercurio que ya no pueden navegar ni pescar libremente en los canales y fiordos como era su costumbre ancestral, y denunció que “las empresas salmoneras están dañando el mar con el apoyo del Estado. Nuestro pueblo vive algo similar a un etnocidio. Poco a poco quieren acabar con nuestra tradiciones”.
Ante el actual proceso de acelerada expansión territorial y productiva de la industria salmonera transnacional en la Patagonia sudamericana, impulsada activamente por los estados de Chile y Noruega, junto a compañías nórdicas y asiática, entre otras, el director del Centro Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas, señaló que ”las comunidades Kawésqar y Yaganes, así como las sociedades patagónicas binacionales, se enfrentan a un verdadero asalto al paraíso patagónico”.
El Centro Ecocéanos, que integra la coalición #SalmónQuímicoChileno ¡Fuera de nuestro menú y de nuestro mar!, advirtió que la actual oleada de nuevos proyectos de inversión y de establecimiento de centros de cultivo, plantas procesadoras y redes de transporte marítimo y costero constituyen la expresión tangible de un nuevo tipo de ejército de ocupación transnacional, cuyo objetivo de corto plazo en el lado chileno es alcanzar 1,2 millones de toneladas anuales para el 2032, y convertir a la Patagonia sudamericana en el principal productor mundial de este cuestionado commodity”, el que se destina en un 98% a los mercados internacionales”.
Juan Carlos Cárdenas sostuvo que las organizaciones ciudadanas y comunidades de pueblos originarios solicitarán a la Embajada noruega tratar el tema de la expansión y el comportamiento empresarial de sus empresas, aprovechando la próxima visita de Estado que efectuarán a fines de marzo el rey Harald V y la reina Sonia de Noruega a Chile y al territorio patagónico austral.