En base a los antecedentes entregados por el Estado, se puede concluir que aún falta mucho para mejorar la gestión pesquera en Chile con el objetivo central de mantener la sustentabilidad de la actividad pesquera y sus consecuentes beneficios sociales y económicos.
ANALISIS DEL INFORME DE LA SUBSECRETARIA DE PESCA SOBRE EL ESTADO DE LAS PESQUERIAS CHILENAS 2019.
Eduardo Tarifeño Silva
Biólogo Marino, Ph.D.
Ex Miembro Titular del Consejo Nacional de Pesca.
Concepción, 9 de abril de 2020.
La Subsecretaría de Pesca y Acuicultura publicó recientemente el informe anual 2019 del estado de las pesquerías nacionales, basado en los Puntos Biológicos de Referencia (PBR) formalizados por los Comité Científicos Técnicos Pesqueros (CCTP) y las estadísticas de desembarques controlados por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura.
Este informe que entrega en detalle la situación para cada uno de los recursos pesqueros considerados en cada régimen de explotación, indica que hay: i) 16 recursos en plena explotación, administrados con licencia transables de pesca; ii) 3 recursos de desarrollo incipiente o en recuperación, administrados con permisos extraordinarios de pesca, iii) 5 recursos con acceso general en estado de plena explotación, y iv) 3 recursos en plena explotación, administrados sin licencias transables de pesca.
En general, son 27 unidades de pesquerías que están sometidas al análisis y recomendaciones de los CCTP en base a los PBR formalizados por dichos comités. Se debe recordar que por ley, los CCTP son los encargados de establecer el rango de cuotas de pescas para cada recurso dentro del cual el Ministerio de Economía …., determina la cuota anual de explotación pesquera.
Del análisis del informe en referencia, se concluye que la situación no es muy positiva dado que el 18% de las unidades de pesquerías están en categoría de agotadas o colapsadas, el 48 % están en condiciones de sobreexplotada, el 30% en estado de plena explotación y el 3% en condición de subexplotación.
Si se asume que la categoría de plena explotación es la más cercana a una condición de explotación pesquera sustentable, condición a la cual se debería aspirar mediante los respectivos planes de manejo, se observa con preocupación que el 66% de las unidades de pesquerías nacionales están en condiciones de riesgo de sustentabilidad, dado que están agotadas o sobreexplotadas.
En la síntesis del informe en referencia (página 108) se indica que “Finalmente, cabe destacar que las pesquerías presentan en sus indicadores de desempeño signos de estar en proceso de recuperación” conclusión que sólo es válida para los 8 recursos que están en la categoría de plena explotación, dentro de los cuales destaca el jurel por su relevancia dentro de las pesquerías chilenas.
Por otra parte, también se menciona que: “se destacan cambios de estatus favorables para las pesquerías de anchoveta y bacalao de profundidad” aseveración que no corresponde dado que estos dos recursos están indicados como sobreexplotados en el mismo informe.
Los recursos pesqueros en estado de agotados o colapsados, son: merluza de cola (entre Valparaíso y Magallanes), sardina española (entre Arica y Antofagasta), sardina española (entre Atacama y Coquimbo), Alfonsino (entre Arica y Magallanes) y besugo (entre Atacama y Los Lagos). Los recursos en categoría de sobreexplotación son: anchoveta (entre Valparaíso y Los Lagos), congrio dorado del norte, congrio dorado del sur, langostino colorado, merluza común, merluza del sur, merluza de tres aletas, bacalao de profundidad, reineta, sardina austral y raya volantín. En cuanto a los recursos en plena explotación, son: anchoveta (entre Arica y Coquimbo), camarón nailon, jurel, langostino amarillo, langostino colorado, sardina común (entre Valparaíso y Los Lagos) y el pez espada. La anchoveta (entre Arica y Antofagasta) es el único recurso que está mencionado como subeexplotado, hasta ahora.
En base a los antecedentes entregados en el informe de referencia, se puede concluir que aún falta mucho para mejorar la gestión pesquera en Chile con el objetivo central de mantener la sustentabilidad de la actividad pesquera y sus consecuentes beneficios sociales y económicos.
Se debe recordar que la base de la actividad pesquera es la disponibilidad de suficientes biomasas de los recursos sujetos a explotación, lo cual impone la prioridad de establecer planes para asegurar la conservación de los recursos, dado que sin recursos no hay pesca y sin pesca no hay pesquerías. Para obtener este logro es mandatorio, entre otras medidas: i) determinar los PBR para todos los recursos sujetos a medidas de administración pesquera, pero sin tener como meta o límite llegar al Rendimiento Máximo Sostenido (RMS), sino que no sobrepasar el 70% de este parámetro, ii) fortalecer el trabajo de los CCT en cada unidad de pesquería, pero asignándoles la responsabilidad de establecer en forma vinculante las cuotas anuales de pesca; y iii) fortalecer los Comité de Manejo Pesquero y elaborar los respectivos Planes de Manejo, para que todos los actores de cada unidad de pesquería puedan fundamentar sus puntos de vista respecto a los diversos parámetros a considerar dentro del ordenamiento y administración pesquera con un enfoque ecosistémico.