La mortalidad ya supera los 20 millones de ejemplares. Fuentes de la industria señalan que la producción afectada podría elevarse hasta 90 mil toneladas, aproximadamente unos 52 millones de ejemplares. Esta mortandad se está destinando a fabricar harina de pescado, pero un porcentaje podría ser abandonado en el mar.
Puerto Montt, Chile, 07 Marzo de 2016 (Ecocéanos News)– Es la tormenta perfecta. La insustentable industria salmonera vuelve a aparecer vinculada a una nueva mega crisis de dimensiones insospechadas. Esta vez, la catástrofe no sólo es económica y comercial -la cual viene arrastrando desde el 2014-, sino que se trata de una hecatombe sanitaria, ambiental y social, generada por los altos niveles de contaminación orgánica y química existente en las áreas costeras que ocupan los monocultivos industriales de salmónidos. Los cambios oceanográficos y de luminosidad, han gatillado el bloom algal que ha provocado hasta la fecha, la muerte de aproximadamente 20 millones de ejemplares de esta especie carnívora.
Las elevadas mortalidades de salmones de cultivo, están abriendo otra oportunidad de negocios para estas mismas empresas, las cuales los están convirtiendo en harina y aceite de pescado. Actualmente se han destinado 8 barcos para llevar peces desde las balsas jaulas y las mortalidades hacia las plantas reductoras en la región del Bio Bio, e intentar evitar una situación de emergencia ambiental en la región.
Sin embargo, como el volumen de salmones afectados por la crisis ambiental supera a la capacidad de remoción industrial, las autoridades del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) no descartan otro tipo de medidas. Siguiendo la visión cultural tradicional de ver a nuestro mar como una especia de gran vertedero industrial, se está preparando la eliminación de millones de salmones muertos en el océano, fuera de las 60 millas. Se desconoce si existirá un proceso de monitoreo y evaluación sanitaria y ambiental de esta medida de emergencia que transfiere los costos de la actividad industrial al medio marino.
“Cómo siempre, los costos que crónicamente viene generando las crisis de la industria salmonera, serán transferidos a los trabajadores (despidos masivos que superarían los 3.000 puestos de trabajo), la salud pública (contaminación orgánica de los cuerpos de agua y áreas costeras) y al medio ambiente marino. Todo ello con la complicidad de las autoridades”, señaló el Centro Ecocéanos.
Crónica de una pesadilla salmonera anunciada
El jueves 25 de febrero la empresa Camanchaca informó a través de un hecho esencial a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), que un afloramiento de algas había causado la mortalidad de 1,5 millones de peces en sus centros ubicados en la zona del seno de Reloncaví, Región de Los Lagos.
El 29 de febrero, las compañías Blumar, AquaChile y Australis Seafood, informaron que sus centros ubicados en el denominado “barrio 2”, también estaban siendo afectados. Al día siguiente, la transnacional noruega Marine Harvest se sumó a esta denuncia.
Es así como las 5 mayores empresas salmoneras existentes en aguas chilenas, están siendo afectadas por la segunda mayor crisis que ha generado esta billonaria industria, después de la introducción del virus de la anemia infecciosa del salmón (ISA,por sus siglas en inglés), entre el 2007-2010, la cual significó la caída del 60% de la producción de salmón del Atlántico, la pérdida de 5.000 millones de dólares y el despido de 26.000 trabajadores y trabajadoras de las plantas procesadoras.
Los afloramientos de algas, de acuerdo a la industria del salmón, “ocurre todos los años, aunque con una intensidad bastante menor”, por lo que no es un hecho desconocido.
La mortalidad ya supera los 20 millones de ejemplares, cifra equivalente a 26 mil toneladas de salmón. Fuentes de la industria señala que la producción afectada podría elevarse hasta 90 mil toneladas, aproximadamente a 52 millones de ejemplares.
De los 22 centros existentes en el “barrio salmonero 2” afectado, 20 reportaron el impacto del Bloom de algas, el cual se ha extendido a los barrios 3 (zona de Calbuco) y 7 (sur de la isla de Chiloé).
La industria salmonera nunca pierde
Chile es el segundo productor mundial de salmón tras Noruega, con una participación cercana al 35% del mercado. Sin embargo, durante 2015 la producción de salmón incrementó en un 30% sus costos debidos a los malos estándares sanitario-ambientales, mientras el valor internacional disminuía, principalmente en el salmón atlántico, debido a la sobre producción y mayor exportación de la industria salmonera local.
La caída de precios se reflejó principalmente en el mercado de Estados Unidos, donde en promedio el salmón atlántico se cotizó a US$ 3,7 la libra, valor menor a los US$ 4,6 promedio de 2014.
Sin embargo, el afloramiento de algas podría incidir en el alza de precios del salmón chileno. “Todos estaban pidiendo una reducción del volumen desde Chile. La madre naturaleza parece que intervino y sí o sí la reducción se dará”, dice una fuente del sector a La Tercera, la que agrega que “con toda esta pérdida de biomasa, se podría producir un ajuste positivo en los precios”.
Otro efecto asociado sería la reestructuración del sector salmonero, aumentando su concentración por la vía de las fusiones o ventas, lo cual implicaría una mayor presencia y dominio transnacional.
“Nadie quiere poner un peso más en la mayor parte de las empresas que existen, muchas están a la venta. Con este episodio desafortunado muchos posibles inversionistas se van a espantar”, comentó otra fuente del sector a La Tercera.*****FIN*****