Björk estrenó junto a Rosalía el tema «Oral», la canción tiene como finalidad ayudar a asociaciones sin fines de lucro que luchan contra la salmonicultura en Islandia, actividad que tiene un efecto devastador en la fauna nativa y el medioambiente.
Islandia, 21 de noviembre de 2023. (Ecoceanos News).- Cuando en su país comenzó el escándalo medioambiental de los salmones de cultivo, Björk decidió que era momento de actuar. Para ello reflotó “Oral”, una canción que escribió en los 90 pero que nunca grabó. Y tratando de darle un aire dancehall, invitó a Rosalía. “Le dije: ¿Cantarías en este track para mí? Es por el medioambiente. Y ella inmediatamente me dijo que sí, sin siquiera escucharlo”, contó en una entrevista con Rolling Stone.
“Creo que quería hacerlo sobre todo por el medio ambiente, aunque el tema le encantó”, agregó. Otro de los objetivos que tuvo para invitar a la española, fue llegar al público hispano y a países que comparten el mismo problema ambiental, “como Argentina y Chile”, confesó a The Guardian.
Björk apunta directamente a dos empresas, MOWI y SalMar, “que en cinco años han dañado grandes áreas” de los fiordos islandeses, tanto de vida marina como de animales y plantas, aunque “todavía podemos revertir esto”.
Respecto a la producción de salmones de cultivo, la cantante islandesa denunció que es “una manera extraordinariamente cruel de hacer comida”.
Puedes ver el videoclip de “Oral”, creado con Inteligencia Artificial (IA).
En Chile, las abusivas situaciones de expansión de la industria salmonera en áreas cordilleranas y costeras han impuesto cambios excluyentes en la vocación territorial y las economías regionales, cuyas comunidades dependen tradicionalmente de la agricultura, ganadería, turismo, pesca y recolección de pequeña escala, a la vez que afectan los derechos ancestrales del pueblo Mapuche, las comunidades chilotas, Kawésqar y Yagan en la Patagonia.
Esta industria muestra su fase sucia al depositar toneladas de contaminantes químicos y orgánicos en los ríos, lagos, y zonas costero-marinas, mientras su cara limpia es la exportación de sus salmones a Estados Unidos, Japón, Brasil, China, Rusia, Unión Europea, y otros 70 mercados internacionales.
El 98% de la producción chilena de salmones se exporta, lo que deja en evidencia que esta mega industria se comporta en nuestras costas como un enclave económico de tipo colonial, con un escaso vínculo con las necesidades de alimentación nacional y trabajo decente, transformando a los territorios costeros en “zonas de sacrificio”.
Las sucesivas crisis sanitarias, ambientales y sociales ocurridas durante la última década en el archipiélago de Chiloé y las regiones patagónicas de Aysén y Magallanes demuestran que la industria salmonera es ambientalmente insustentable, y constituye una grave amenaza para la salud pública, la seguridad alimentaria, los intereses de los consumidores, los derechos de las comunidades costeras y pueblos originarios.
En este contexto, el Centro Ecoceanos levantó la campaña #SalmónQuímicoFuera, por la defensa de la salud pública, los ecosistemas acuáticos, la soberanía alimentaria, y los derechos de consumidores, comunidades costeras y pueblos originarios, que -entre sus demandas- solicita al Estado chileno prohibir la expansión territorial de los contaminantes monocultivos industriales de salmones en los ríos, lagos, fiordos y áreas marino-costeras del sur de Chile.
Infórmate y adhiere a nuestra campaña en www.salmonquimicofuera.cl