En entrevista con Ecoceanos News, representantes de organizaciones sindicales de la industria salmonera y naviera manifestaron sus preocupaciones por las altas tasas de accidentabilidad, la falta de fiscalización por parte de los organismos públicos, y el no ser escuchadas sus demandas históricas, como el término del contrato por obra y faenas, que impide fortalecer el movimiento sindical, el cual atraviesa por una crisis debido a la intervención empresarial.
Santiago de Chile, 1 de mayo, 2024 (Ecoceanos News).- Este 1° de mayo destaca entre las principales preocupaciones de las organizaciones de trabajadores de la mega industria de cultivo y procesamiento del salmón en Chile la alta tasa de accidentes laborales, que desde hace más de una década ha dejado una secuela de trabajadoras y trabajadores muertos, mutilados o con secuelas sicológicas.
Dirigentes de los trabajadores denuncian que los organismos de fiscalización del Estado en el actual proceso de expansión productiva y territorial de esta industria hacen vista gorda ante las reiteradas vulneraciones a los derechos y la seguridad laboral de los trabajadores generando como consecuencia un alto número de muertes, cuyos responsables quedan mayoritariamente impunes.
Fesimar: La polifuncionalidad ha aumentado la accidentabilidad laboral en el transporte marítimo
José Lemuy, presidente de la Federación de Sindicatos Marítimos (Fesimar), hizo un llamado a las autoridades a “cumplir con su rol de protección a los trabajadores y no avalar los abusos que cometen los empresarios con los más débiles. Debido al abandono de las autoridades hoy somos testigos de la gran cantidad de accidentes graves de nuestros compañeros y muchos fatales que son conocidos por la ciudadanía”.
Según el dirigente, no se cumplen con las dotaciones mínimas de seguridad. “Con la polifuncionalidad, como consecuencia del cansancio y la fatiga del personal se producen los accidentes marítimos”.
Lemuy denunció que en las navieras no se respeta la jornada de 8 horas diarias, ni las 10 horas de descanso. Después de casi dos años de la entrada en vigencia de la Resolución N° 686, “las empresas aún no implementan el registro de asistencia electrónico, y donde lo aplican adulteran los horarios desde las oficinas de las empresas a conveniencia de los empleadores”.
Afirmó que no existe un criterio de seguridad para la gente de mar. Un ejemplo de aquello es la compra de barcos que están dados de baja en Europa. “Se trata de barcos que cumplieron su ciclo productivo, siendo pasados en Chile como barcos de última generación, a pesar de que en otros países fueron dados de baja. Son fierros a flote, oxidados y con reformas estructurales que sobrepasan sus cargas permisibles. Con estos barcos Chile se está convirtiendo en el basurero de Europa”.
Industria del salmón: Recurrentes accidentes laborales con atrapamiento de extremidades de los trabajadores
Gustavo Cortés, encargado de Comunicación y Difusión de la Confederación Nacional de Trabajadores del Salmón y Mitílidos (Conatrasal), y vicepresidente de la Federación de Trabajadores del Salmón de Quellón, Chiloé (Fetrasal), manifestó su preocupación “por los accidentes graves que se han producido en la industria últimamente con atrapamiento de extremidades de los trabajadores, que han sido recurrentes”.
Según el dirigente, las capacitaciones en materia de seguridad son poco frecuentes en la industria y su foco está puesto en las utilidades. “Necesitamos que la industria se preocupe más de las condiciones laborales de sus trabajadores, y no solo en producir y cumplir con metas que le exige el mercado. Hoy, tiene que preocuparse más de la parte humana, por sus “colaboradores”, como ellos dicen”.
“Muchas veces las mismas jefaturas te obligan a manipular maquinaria y ahí no existe el control necesario para decir que lo tiene que hacer una persona especializada para que no se produzcan los accidentes”, precisó.
Cortés sostuvo que las compañías mandantes desconocen el tipo de empresas que subcontratan, como las de buceo. Las salmoneras no se preocupan de sus condiciones laborales. La fiscalización es poco rigurosa en cuanto a los tiempos que los buzos se mantienen en profundidad, los periodos de descanso, y no se hacen controles de salud periódicos a los buzos.
Conatrasal: Los contratos por obra y faena impiden la unidad de los trabajadores para defender sus derechos
John Hurtado, presidente de la Conatrasal, y vicepresidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) Provincial de Chiloé, aseguró que las empresas mandantes les sale más caro contratar empresas externas con malas prácticas. “Es lo que ocurre en los centros de cultivo, donde cada vez mueren más buzos”.
Los buzos son uno de los trabajadores de la cadena de producción de la industria más precarizados. “Los buzos están a la deriva, son contratados por obra y faenas, por lo que no se pueden sindicalizar. El empleador sabe la poca capacidad de negociación que tiene este tipo de contrato, perjudicando a la clase obrera porque no vamos a poder unirnos y trabajar colectivamente por nuestros derechos”.
Para Hurtado, los gobiernos tienen que poner más restricciones a las transnacionales si quieren cultivar salmones en el mar de Chile. “No puede ser que los buzos sigan muriendo y sus muertes queden impunes. La industria salmonera tiene que mejorar sus prácticas. Eso se debe resguardar con políticas de Estado, si no esta situación no va a cambiar”.
Según el dirigente de la CUT, “en periodo de alta productividad de salmones los trabajadores nos olvidamos de todo lo aprendido en las capacitaciones sobre seguridad, ya que la tarea es producir, producir y producir con la cabeza agacha. Si hubiera un poco más de equilibrio estaríamos mejorando la tasa de accidentabilidad”.
Muchos accidentes laborales ocurren en medio del mar, con malas condiciones climáticas. Hurtado indicó que la autoridad marítima no tiene una posición clara frente a estas adversidades del tiempo, mientras el prevencionista de riesgo, como es contratado por la empresa, su interés se centra en producir.
Falta de fiscalización y mesas de trabajo son utilizadas para beneficiar a los empresarios navieros
José Lemuy cuestionó el rol de la Dirección del Trabajo, el Ministerio de Salud y la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar) en materia de fiscalización. “Esta última con las supuestas mesas de trabajo con los empresarios, las que utilizan para modificar decretos y leyes en beneficio del empresariado naviero”.
El dirigente de Fesimar precisó que “existe un grave problema debido a los temas de contaminación de los buques. La Dirección del Trabajo presenta una gran debilidad para sancionar las infracciones laborales. Ni hablar de los problemas de salud, de los cuales el Ministerio de Salud, a través de sus Seremis, no se hacen responsables, encontrándose desaparecidas por completo”.
“Estamos totalmente desprotegidos y abandonados por las autoridades, vivimos en tiempos donde se producen más prácticas antisindicales y los encargados de fiscalizar hacen vista gorda o preparan todo en favor del empresariado”, denunció.
Exigencias de los trabajadores marítimos y de centros de cultivo de salmón
Entre las principales demandas de Fesimar están el aumento de las fiscalizaciones y que la Directemar sea autónoma, sin dependencia de la Armada. “Que el director de la policía marítima sea de la propia Directemar, y no de la Armada, para evitar el tráfico de influencia que impera especialmente en la zona sur”.
John Hurtado sostuvo que hace “falta un trabajo mancomunado: debe haber más fiscalización de la Dirección del Trabajo, menos compadrazgo entre la marina y las empresas, las que deben ser fiscalizadas en serio, no avisadas con días de anterioridad para que la industria manipule todo lo que hace mal”.
“No puede ser que siempre gane la industria y nosotros sigamos como siempre con sueldos miserables. El Estado de Chile tiene que fiscalizar”, destacó el dirigente de la CUT.
Gustavo Cortés advirtió que los organismos de salud al fiscalizar las condiciones en las que laboran las trabajadoras en las plantas de proceso, sin considerar que trabajan todos los días en la misma función y labor repetitiva entre 8 hasta 10 horas. “Te dicen que tienes que hacer los ejercicios compensatorios, pero esto no es suficiente para que no se produzcan enfermedades profesionales”.
“Las trabajadoras tienen jornadas de 4 horas paradas, luego colación, y después 4 horas más, a veces suman hasta 10 horas de pie”. Después de 20 años en la industria, muchas trabajadoras no pueden insertarse en otros empleos, producto de padecer enfermedades profesionales, tal como la tendinitis, no reconocidas como tal por las mutuales de seguridad, relató.
Retroceso y crisis en el movimiento sindical: Hoy a los sindicatos los mueve la industria
Gustavo Cortés afirmó que “muchos sindicatos trabajan de la mano con la industria. Son muy pocas las organizaciones sindicales que están trabajando para el bienestar de los trabajadores. El movimiento sindical no es lo mismo que antes. Ahora marchan defendiendo a la industria, sin siquiera saber qué es lo que andan pidiendo”.
«Hay muchos dirigentes que dicen que trabajar en la industria es como trabajar en un paraíso y no denuncian las malas prácticas de sus empresas. Se quedan callados. Por ello, los trabajadores no confían mucho en los sindicatos, ya que ven que sus dirigentes no los están protegiendo, defienden a la industria”.
Para John Hurtado ha habido un retroceso en el sindicalismo. “La casta política no nos deja avanzar. Se han adueñado de este país. Las leyes que aprueban benefician siempre a los grandes capitalistas. Por su parte, los medios de comunicación cuentan mentiras y manipulan la información, impidiendo el avance de los trabajadores”.
Hurtado llamó a poner atención, ya que el accionar de la patronal SalmonChile amenaza a la democracia, al intervenir en los gremios de trabajadores.
A su vez, “el tipo de contrato de obra y faena es aberrante, siendo una demanda histórica desde hace 25 años, no dando la posibilidad que los trabajadores puedan asociarse a los sindicatos. La mayor parte de los sindicatos, hoy los mueve la industria”.
Hurtado señaló que “hay más sindicatos que antes. La pregunta es qué tipo de sindicalismo estamos haciendo al interior de las empresas. Al aumentar la subcontratación, vamos a ir quedando menos sindicatos. Esto, junto con la tecnologización de los procesos, está matando la mano de obra”.